lunes, 11 de junio de 2007

Una broma macabra

¿Se acuerdan del escándalo del reality show holandés, donde tres concursantes competían para ganar un riñón? Les refrescaré la memoria para entrar en situación. En el concurso, una supuesta enferma en fase terminal tenía que escoger entre tres personas para entregarle su riñón. Pero obviamente, como se precia en todo reality, no sin la ayuda de los telespectadores a través de llamadas y mensajes de texto. Pero eso sí, todo, con el bonito fin de salvarle la vida a uno de los tres.

Bien, pues todo este montaje ha resultado ser una “broma” de la cadena holandesa. La supuesta mujer afectada por una enfermedad terminal resultó ser una actriz; mientras que los tres concursantes no, estos necesitan el preciado órgano de verdad. Los responsables pensaron que de esta manera conseguirían concienciar a los ciudadanos del mundo. El presentador incluso declaró que “solo queríamos llamar la atención sobre el problema”.

¿Les parece manera de concienciar a la gente? No puedo decir que la intención no sea buena, ni que tenga una alternativa perfecta. Pero no creo que esta solución sea la más adecuada. No puede ser que los medios quieran motivar a los ciudadanos a través de bromas macabras. Y menos, a costa del dolor y sufrimiento real de miles de personas de todo el mundo que esperan un órgano para seguir con sus vidas. Es una pura frivolización sobre un tema tan serio y grave como puede ser la salud.

¿Hasta dónde vamos a llegar?

lunes, 4 de junio de 2007

Buscando a Madeleine

Los desolados padres que buscan a su hija desaparecida, Madeleine McCann, ya han conseguido recaudar más de 700 mil dólares. Y obviamente, todo gracias a los medios de comunicación, que sinceramente, a la larga, acaban siendo cansinos. Aunque supongo que para la familia en cuestión, todo no será suficiente, pero para el resto de seres humanos, empieza a ser un poco desproporcionado.

¿Cómo se le puede dar tanto bombo (los medios de comunicación) a un hecho que ni si quiera ocurrió en nuestro país? Es decir, no es que yo pretenda ningunear a los niños que desaparezcan fuera de nuestro país, es que no creo que éste sea un caso aislado. Cada día desaparecen centenares de niños alrededor del mundo y aquí nadie se entera, o lo que es peor, nadie hace nada. Y porque esta familia tenga contactos o sencillamente por el simple hecho de ser británicos ha conseguido recaudar con el fondo “Find Madeleine” una fortuna, casi 700 mil dólares.

Cada día el morbo mediático va a más. Ya no se busca dar un servicio a los ciudadanos con los medios de comunicación. Hoy en día la meta es conseguir la mayor atracción para adquirir cuantos más promotores mejor y así forrarse de dinero. Es triste decirlo pero el único motor mundial es el dinero. La solidaridad pura y dura ya no existe como tal, ahora si no das no mamas.

domingo, 20 de mayo de 2007

Indignada

La libertad de expresión y sus límites, el término “políticamente correcto”, la evolución de la mujer en la sociedad, la paridad y el respeto hacia ambos sexos, son temas muy recurrentes hoy en día, y aún que no lo parezca, están todos relacionados. En los últimos 15 días, han aparecido en la prensa nacional dos artículos extremadamente machistas. Digo extremadamente, porque me parece realmente descabellado que en el siglo XXI se sigan diciendo y permitiendo tales barbaridades.

El primero afirmaba que “las mujeres que trabajan incrementan el riesgo de infarto de sus parejas”. ¿Pero en qué era vive esta persona? Hoy en día, no sólo me resulta arcaico por la posición que ocupan las mujeres, sino que también lo es por la diversidad de parejas que existen, como por ejemplo: mujer-hombre, mujer-mujer o hombre-hombre. Es más, unas afirmaciones semejantes no se merecían ni la más mínima atención, pero si aún así se la queremos dar, tendría que ser única y exclusivamente bajo un prisma crítico dadas las circunstancias.

Pero esto no es un caso aislado, el segundo decía “la televisión ha perdido calidad y la culpa la tienen las mujeres” y el autor de dicha ocurrencia es sir Patrick Moore, una supuesta “eminencia en programas de divulgación espacial y excéntrico caballero británico”. Como futura periodista, entiendo que una afirmación así tiene mucho morbo. Pero por otra parte, no tiene ni pies ni cabeza. Puede ser que algunas mujeres sean culpables de esto, pero igual que ocurre en el otro caso, también puede ser que algunos hombres sean culpables. Todo el mundo tiene su parte de culpa, todo depende del ángulo desde el que se observa.

sábado, 5 de mayo de 2007

¡Pobre Keira!

Keira Knightley es una actriz británica (que ha actuado en Piratas del caribe, entre otros) que a sus 22 añitos dice haberse cansado de ser actriz. Que si los paparazis, que si los rumores, mucho revuelo que aparentemente es demasiado pesado para un cuerpo tan delicado. Pobrecita, tiene tanta mala suerte ganado miles de dólares al lado del guapísimo Johnny Deep.

Pero ¿en serio se está planteando abandonar el oficio? Que acaso no sabe que en cualquier faena hay un lado bueno y un lado malo. Es decir, los que tienen la suerte de trabajar en algo que les guste, saben de sobras que hay una pequeña parte que no les gusta tanto (y si no lo dicen, mienten). En el caso de la señorita Keira, el lado bueno vendría a ser: el dinero, las compañías, las faclidades, etc; y el lado malo serían los paparazzis y los rumores. Yo no sé, pero la balanza de esta chica no debe estar muy bien reglada.

Y por lo visto la de los medios de comunicación tampoco. Todos los periódicos han publicado esta noticia considerándola mínimamente importante y sobretodo escandalosa o morbosa, según lo queramos ver. En cambio, cuando una actriz como Angelina Jolie decide coger el toro por los cuernos y regalar un tercio de su sueldo a obras benéficas (sea publicidad o no, olé por ella) estos prefieren discutir sobre si esta tiene o no leucemia ¿Qué demonios les pasa a los medios?

Lo siento en el alma

Se que voy a defraudar a muchos lectores hablando otra vez sobre lo que todo el mundo está harto de oír. Pero no puedo evitar hacer un comentario sobre la manera que tienen los medios de mediatizar algunos temas en concreto, como el de la Pantoja y la infanta Sofía (por muy delicado que sea hablar de la Familia Real).

Todos los medios de comunicación nos están avasallando con dichos temas. Es un no parar. Y aunque el tema de Isabel y el de Sofía, son bien distintos, los dos forman parte de la faceta más sensacionalista del periodismo español. Por un lado tenemos el Real, que después de una semana desde el parto, aún se habla de la princesa y de su hija en todos los periódicos y en todos los telenoticias, por no decir en todos los programas. Y por otro lado, tenemos el folclórico, que ya venía con la carrerilla del caso malaya y donde aún tenemos para rato.

Pero, ¿alguien se ha parado a pensar para qué sirve tanta insistencia? ¿Y si tanta publicidad soberana sirviera para vendernos una buena imagen monárquica? O ¿y si toda esta polémica sobre la detención de la Pantoja no fuera más que un movimiento del gobierno para que nos olvidáramos del tema Batasuna/ANV?

martes, 24 de abril de 2007

Hartos del intrusismo

Ya ha llegado la resaca de la diada de Sant Jordi. La gente ya ha vuelto a la normalidad y ya se ha olvidado de la locura que les invadió el pasado lunes, de esa sed insaciable por los libros y la literatura en general. Cada año suben las ventas y parece que durante el día mundial de los libros, éstos se vayan a acabar, ya que según los libreros, se venden más libros durante ese día que en todo el año. Entonces, es normal que, al final, la gente acabe un poco saturada con tantos vocablos pululando por el aire.

Pero cómo no, la polémica sobre los libros más vendidos está a la orden del día. En el Top 10 podemos encontrar grandes libros de literatura como el ya muy conocido La catedral del mar de Ildefonso Falcones o novedades como el número uno de ventas Si te comes un limón sin hacer muecas de Sergi Pàmies; o titulillos más mediáticos como Polònia de Toni Soler o Como iba diciendo de Andreu Buenafuente.

Pero una cosa está clara, no todo es literatura. Las obras basadas en los gags de programas televisivos, evidentemente no tienen nada que ver con la gran literatura, ya que son sólo un pasatiempo corriente, hecho con un remix de las bromas televisadas. Pero el problema no está en que los ‘TV show’ produzcan nuevos fenómenos, la pega es que estos pretenden abarcar todos los medios de comunicación.

Al mismo tiempo, no es justo que personas populares (como Buenafuente) se aprovechen de su notoriedad mediática para publicar libros, con el fin de única y exclusivamente sacar provecho. No todo el mundo se puede considerar un escritor, y menos una persona que no escribe íntegramente sus monólogos, sino que es ayudada por diversos guionistas.

Sant Jordi es el día de la rosa y del libro, y no del producto mediático como pretenden algunos

lunes, 23 de abril de 2007

Las Fábulas de Pàmies

Para Sant Jordi, un pequeño consejo.
La última obra de Pàmies habla al ser humano sin moralizar. En situaciones tan extrañas como normales, cada uno piensa de distintos modos. “Me tuve que morir para saber que me querían”, asume uno; “Quiero ser normal”, aclama otro; “Un día me tiro”, sueña uno; “Si se refugia en esta rutina es por miedo a enfrentarse a las circunstancias de la vida”, se burlan otros; “Me despierto con unas ganas tremendas de llorar, pero como tengo mucho trabajo ya lloraré más tarde”, se resigna uno.

Todo esto, y mucho más, se explica en el libro Si te comes un limón sin hacer muecas del autor catalán Sergi Pàmies. Célebre por las obras: La gran novela sobre Barcelona y El último libro de Sergi Pàmies, a este escritor le gusta remover la angustia, la soledad, la muerte y, en general, todos los problemas adherentes a la condición humana para evitar que estos nos sumerjan. Además, como indica el título de la obra Pàmies es un autor impredecible, ligero y ácido a la vez que refrescante.

En esta recopilación de cuentos breves, el escritor pretende crear un mundo imaginativo partiendo de situaciones, para así ilustrar a los lectores con las grandes complejidades del mundo actual. Cada cuento tiene la dimensión justa. Sin embargo, como también afirma Enrique Vila-Matas en el prólogo, los cuentos son más largos de lo que parecen, porque una vez leídos, estos te siguen habitando, ya que son como una base para hacer reflexionar al lector. Entonces, el escritor consigue a través de una agudeza irónica hacernos desarrollar un sentido crítico de la vida.

Pero, en el fondo, estos cuentos son eficaces porque Pàmies opta por la sencillez, la calidad y la precisión. Aunque, en los cuentos Como dos gotas de agua y Ficción esta extrema concisión y economía, hace que el tono se vuelva a veces monótono y uniforme, y que el lector no consiga despertar una sed de interés por los temas diarios que el autor nos quiere hacer entender.

No obstante, Si te comes un limón sin hacer muecas son, en general, relatos deliciosos, originales y muy intensos. Pàmies tiene una gran habilidad para plantear situaciones complejas en muy pocas líneas, donde caben reflexiones implícitas sobre las condiciones humanas. Es decir, que como hubiera hecho Lafontaine, Pàmies se inspira de los hombres a partir de situaciones cotidianas, donde cada uno puede identificarse.

miércoles, 18 de abril de 2007

¡Estoy de huelga!

Ya no pienso volver a coger nunca jamás los trenes de cercanías de Barcelona. Por mucho que me reciten la célebre frase “nunca digas de esta agua no beberé”, os prometo que haré lo posible para no seguir alimentando dicho monstruo que lo único que hace es tratar a los ciudadanos como perros. No obstante, lo más vergonzoso no es que nos traten mal, sino que nosotros volvamos a ir, día tras día, sin hacer ningún esfuerzo para que alguien arregle este problemón de una vez por todas.

Toda Cataluña y parte de España ya se habrá enterado que los usuarios asiduos a dichos servicios sufren, día sí y día también, retrasos, averías y sobretodo ausencia de información. Pero sinceramente, toda esta polémica que pulula por el aire sobre quién se hace cargo de los servicios de cercanías y quién no, a mí me da completamente igual. Lo único que debemos reivindicar los usuarios del servicio es que queremos que estos funcionen correctamente, ni más ni menos. No creo que esto sea el fin del mundo, ya que paradójicamente, por otro lado tenemos los ferrocarriles de la Generalitat (FGC) que funcionan de maravilla.

Entonces, os planteo una pregunta donde creo que se encuentra la respuesta al por qué del malestar, es decir, que siempre estamos igual: ¿será coincidencia que la ruta de los Ferrocarriles sea la zona alta de Barcelona y sus alrededores, y que la ruta del Cercanías pertenezca a las zonas de menor capacidad administrativa?